Luego te sonríen como si tal cosa, pero yo soy más vengativa que todo eso, y no les devuelvo la sonrisa…Qué mala soy!
Esto a raíz de que hay una chupipandi que se creen las mega-guays y que son lo más. Se pasan la hora de comer cuchicheando mientras te miran. Podría parecer que se trata de una manía persecutoria y quinceañera que tengo, pero no, porque se les oye!
¿Luego cuando se dignan a hablarte, qué cara les pones?
Yo he decidido no dedicarles demasiado tiempo a esas personas… paso de ellas y no hago ningún tipo de esfuerzo. No merece la pena, no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario