Ser Turista

Cuando te vas de vacaciones quieres verlo todo, disfrutarlo todo y relajarte. Lo malo es que el acto de ser turista ya no es algo placentero, si no pura supervivencia.

Si te despistas te cambian una habitación triple por una doble con supletoria. Si la cuenta de un restaurante es a máquina te cuelan algo que no has consumido y si es a mano, se confunden en 10€ en la suma. Para colmo, si vas en un viaje organizado, te levantan a las tantas de la madrugada “para ver todo bien y que no nos pille el calor”. Si hablar de los taxis, que no te quieren llevar si el trayecto es corto y encima se te ríen en la cara, o quieren fijar un precio astronómico antes de la carrera para asegurarse el negocio, o simplemente no te ponen el taxímetro en marcha para luego cobrarte lo que les de la real gana.

Como digo, no es un viaje de ocio, es la aventura en estado puro, con mis y una trampas en el camino, y sólo puede llegar uno.

(Esto me ha quedado un poco en plan “ Lo inmortales”, pero así es como te sientes)