Esta tarde iba en el autobús y al lado mío se han sentado unas adolescentes. Tierna edad, muy dura, muy dura. Éstas estaban en pleeeennnnaaaa adolescencia, te pones todo lo que está de moda, pruebas peinados imposibles, ellas se habían decantado por unas crestas, te maquillas como una puerta, o drakqueen, como quieras. En fin, estas pobres lo tenían todo. Una de ellas llevaba unas mallas de leopardo con fondo amarillo mostaza que me han dejado muerta, pero mira que si ella va a gusto... Pero la amiga, a la que llamaremos la moderna, llevaba una medias rotas, en plan moderno, como ella sólo sabe para captar la mirada ajena y hacer un movimiento de cabeza con su cresta que ni la Carrá. Lo malo de esta pobre, la moderna, es que con tanto pensar en la cresta, la ralla del ojo, el pantatón minúsculo y las medias rotas, se le había olvidado depilarse. Ella, tan moderna, tan estupenda y tan peluda que se le veía todo el pelamen de los muslos a través de sus megamedias. Qué pena.
Recordar buenos lectores, antes de salir a la calle, debemos comprobar que tenemos todo donde debe estar, la tripa adentro y los pelos fuera.
Feliz día!
Yo siempre salgo con la tripa dentro. 132 desmayos he sufrido ya en lo que llevo de año.
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas