Primera persona del singular del presente de indicativo del verbo abandonar, y sustantivo. Tan simple, que parece mentira que siete letras en un orden determinado puedan decir tanto. Y hacer tanto daño.
Abandono es el sentimiento de pérdida,la congoja que asola el corazón y la razón cuando algo que creías que no podía cambiar, cambia. O se destruye. Abandono son las lágrimas que cada noche bajan por mi mejilla, el aire que me falta y la fuerza que he perdido. Las ilusiones que no se cumplirán, los planes que nunca se harán realidad.
Es un pozo oscuro y negro, frío y húmedo en el que la mejor compañía es una simple tiritona. Donde ni tus padres ni amigas son capaces de encontrarte para rescatarte, estás sola.
Abandono es la bofetada de la realidad, el no poder levantarte un día y corregir el día anterior. No hay día de la marmota en la realidad.
Abandono es una centrifugadora que te golpea, te lastima, te hiere, te escuece y te deja moretones. Moretones que te recuerden lo que pudo haber sido y ya no será.