27 de mayo de 2011

Es la hora

Sé que hace mucho que no hablo, que no me pronuncio. No creáis que no tengo cosas que  contar, que sí, que la vida diaria da para mucho, pero ya ves. No encuentro el momento y luego me olvido de lo que iba a contar.

Hoy toca hablar de la eutanasia. Sé que es un tema escabroso para romper el silencio que me ha mantenido tan apartada, pero es lo que hay.

Todo esto viene a un capítulo de House. No diré el capítulo ni la temporada para no desvelar, pero el caso es que se habla de ello.
Una chica está enferma de una algo degenerativo y su hermano también. Ella mata al hermano para evitarle el dolor. Se lo cuenta a House, gran error, debido a su excesiva insensibilidad e inhumanidad. Ella dice que su hermano había perdido el control de su mente y su cuerpo, que ya no era nada ni nadie, pero que un día abrió lo ojos en un momento de lucidez y dijo "Es la hora". Entonces ella supo que estaba preparado para morir y ella lo hizo. Se apena, está triste e impotente porque ella no tendrá a nadie que haga lo mismo por ella.

No tenemos el control del momento del que empezamos a vivir ni en el que morimos. Sólo podemos controlar aquello que hagamos mientras vivimos. ¿Es suficiente?

Además el sufrimiento propio de saber que no serás tú mismo en un futuro más cercano o lejano, dependiendo de la velocidad a la que te coma la enfermedad. Saber del sufrimiento de los que te rodean. Tal vez sea egoista pedir que te maten, porque al final se lo tienes que pedir a una persona de confianza, a la que estás pidiendo un sacrificio. Esta persona te quiere y le pides que te mate. Que termine con tu vida.

El pequeño momento de cordura en la que reconectas con la realidad y dices "Es la hora" tal vez sea la última oportunidad de recuperar el control.

Por cierto, al final House le dice que él le matará cuando llegue la hora

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